Il sorpasso – Dino Risi (1962)

¿Sabes cual es la época más bonita?
Te lo digo yo.
Es la que vives, día a día.

Su reconocimiento llego tardiamente, no fue solo hasta un puñado de años despues que fue consagrada (junto a su director) como una de las marcas caracteristicas de ese genero que ocuparia el horizonte del cine italiano durante la decada de los sesentas y setentas. Con aroma a road movie, con el sonido del claxon del Alfetta Spider que nos llega a los oidos se nos presenta a Bruno (Vittorio Gassman) ese arqueotipo que conduce a toda velocidad y que vive el dia a dia. De alli viene la metafora del titulo original (que pierde su esencia como fue traducido en el resto del mundo) de ese hombre que vive su vida dia a dia, que vive de transgredir los resabios del pasado o los sueños de un futuro para vivir en el presente. Posteriormente se nos presenta a Roberto (Jean-Louis Trintignant) que encarna la contracara de Bruno, ese joven timido que no deja de pensar en su futuro y de preocuparse por sus estudios. La «casualidad» inicia el viaje, el cual recorre desde el campo de la Toscana  mas tradicional donde  los familiares de Roberto viven hasta la costa moderna y progresista donde Bruno se encuentra con su exposa e hija. La contraposicion de personas y lugares va de la mano tanto es asi que es inegable reconocer el influjo de la Dolce Vita (Federico Fellini, 1960) sobre ella, por un lado una vida tradicional que trata de sostenerse en la sociedad (representada en el campo, en Roberto) por otro la vida moderna que se abre paso dentro de la sociedad carcomiendo los pilares tradicionales y dandole paso al consumismo, la liberalidad y al progreso (representada en la costa, en Bruno). La apertura economica y social italiana de comienzos de los sesenta es clave para entenderla, el boom economico empieza a calar en la sociedad y el arte no se vuelve ajeno a ello. Pero ademas de mostrar su parte de comedia demostrada en esa critica social que no deja de guardar ese gusto agridulce como dice Monicelli. Detras de ello se esconde la tragedia, la cual envuelve a Roberto al aceptar el nuevo estilo de vida (encarnado en Bruno) pero que toma sin asumir los riesgos. Plausible en la escena final donde el mar termina rompiendo sobre las rocas, la tragedia llega a su maximo esplendor y la vida le pasara factura a Roberto.